Cuando llega el nacimiento de un bebé el primer regalo que se nos pasa por la cabeza es la de un peluche. ¿Pero son beneficiosos para los más pequeños de la casa? Nos preocupamos por los ácaros, o incluso por el miedo de que el bebé pueda asfixiarse, lo que sí es cierto es que el peluche tiene muchas más ventajas de las que ya conocíamos.
El problema de los ácaros es muy fácil de solucionar, de hecho si lavas el peluche y luego lo congelas en la nevera regularmente, los ácaros desaparecerán. Aunque la industria ha avanzado mucho en este tema, y ya podemos encontrar peluches para el Asma y la Alergia, muchos de ellos denominados como “amigos del asma”.
Dejando a un lado los pequeños detalles que van en contra de estos muñecos, existen muchos otros por lo que los expertos nos recomiendan regalar un peluche a los niños.
Más allá del uso decorativo que le damos en ciertas ocasiones a estos juguetes, los peluches ayudan al niño a desaparecer la ansiedad de separación de sus progenitores. Este sentimiento se da sobretodo, en niños con edades desde los seis meses hasta los dos años y medio.
El tacto suave de estos juguetes, proporciona alivio del estrés que sufre nuestro bebé cuando se separan de sus padres. Es por ello, que estos juguetes adquieren la capacidad de ayudar a los más pequeños a sobrellevar la separación.
El peluche le transmite la seguridad, y el alivio que el niño necesita para sobrellevar ese alejamiento de sus padres. Este proceso se da sobretodo a la hora de irse a dormir. Es por ello, por lo que la mayoría de los niños usan este juguete para abrazarlo y así sentirse acompañados y tener un sueño más profundo. Por otro lado, los peluches ayudan a desarrollar sus emociones y creatividad. Fomentan que los niños expresen sus alegrías, miedos, inquietudes y deseos.